Asombrate mi bien
Dispensa del amargor
Acepta el ardor de la paz
Paz que surge del corazón
Corazón que vive para amar
Amor que habla en tantos idiomas
Tal vez en cuales no entendemos
Coraje, amargura sin eternidad
Queremos quemar el deseo de forjar
Malas relaciones e intensión anormal
Pedir eterna paz y valuar nuestra inheritencia
La cual recibimos con esplendor al nacer
Vivir naciendo de nuevo a diario
Enfrentando todo lo que nos disponen
Sin restricciones y amando esta convivencia
Al norte, al sur y a todas direcciones
Sin oprimir ni ser oprimidos
Hablar de paz, amor y paciencia
La verdad es todo importante
Vale la pena no hablar más
Y dar paz, paz y paz.